Igual que cualquier otro electrodoméstico, los centros de planchado necesitan un mantenimiento adecuado que asegure un buen rendimiento con el paso del tiempo. Por lo tanto, saber cómo limpiar un centro de planchado correctamente es algo que debes aprender obligatoriamente.
En este artículo vas a aprender una rutina de limpieza integral para tu centro de planchado. Por limpieza integral nos referimos a los componentes externos e internos que forman parte del circuito de vapor, es decir, la suela de planchado y la caldera.
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Superficie o suela de planchado
La suela es uno de los componentes más importantes de un centro de planchado, ya que es la parte que está en contacto permanente con la ropa, y por tanto, determina en buena medida la calidad de los resultados. Por otro lado, la forma de limpiar la suela varía según el tipo de material del que está hecho.
Los materiales más habituales en suelas de planchado son el aluminio, el acero inoxidable y la cerámica. A continuación vamos a explicar cómo limpiar cada tipo de suela en función del material.
Acero inoxidable
El producto más efectivo para limpiar suelas de acero inoxidable es un limpiador de vitrocerámicas. Si, has leído bien. El limpiador de vitrocerámica es adecuado para limpiar tanto superficies de cristal como de acero.
Antes de aplicar el producto, debes calentar el centro de planchado a una temperatura de 100 ºC. Una vez haya alcanzado la temperatura, aplica un poco de producto sobre el centro de la superficie y utiliza papel de cocina para extenderlo completamente. Una vez se haya secado el liquido, retíralo poco a poco con un estropajo especial para superficies delicadas.
En caso de que quede algún resto de suciedad, puedes repetir el proceso una segunda vez para asegurarte de que quede totalmente limpia.
Aluminio
Para limpiar una suela de aluminio puedes usar cualquier aceite vegetal que tengas en casa, como el de oliva o el de girasol. Calienta la plancha a una temperatura media de unos 100ºC y aplica un poco de aceite en el centro de la superficie. Para limpiar el aluminio con seguridad y evitar que se raye, te recomiendo que uses un estropajo de lana de acero, ya que este material es muy suave y viene genial para esta tarea.
Una vez hayas retirado toda la suciedad con el estropajo, sube un poco la temperatura de la plancha y pasa un papel de cocina para todos los restos de aceite. La próxima vez que vayas a planchar, tienes que dar un par de pasadas sobre un trapo viejo para que el aceite que quede en la resistencia salga con los primeros impulsos de vapor de la plancha.
Cerámica
La cerámica es un material anti adherente, por lo que resulta bastante fácil de limpiar. En este caso te recomiendo utilizar vinagre blanco de limpieza, un producto muy económico y efectivo a la hora de limpiar. No obstante también puedes utilizar cualquier detergente.
A diferencia del aluminio y el acero, en este caso la plancha debe estar fría. Humedece un paño con el vinagre blanco calentado en el microondas y frota hasta que la superficie quede completamente limpia.
Caldera
Los centros de planchado suelen tener sus propios sistemas de descalcificación , por lo que no es necesario gastar dinero extra en cartuchos anti cal o filtros de recambio. La mejor recomendación para limpiar la caldera de un centro de planchado es seguir al pie de la letra las instrucciones del fabricante.
Por lo general, los sistemas de limpieza de cal suelen ser de dos tipos: un depósito separado dónde se acumulan los restos de cal o una varilla recolectora donde se filtra la cal en forma de polvo.
Los centros de planchado que tienen un depósito separado dónde expulsan todos los restos de cal mezclados con agua que se van acumulando con el paso del tiempo. Cuando llegue el momento de limpiar el depósito, el propio centro de planchado te avisará con un pitido o una señal luminosa. Ten en cuenta que en el interior de la caldera se acumula una gran cantidad de vapor a presión, por lo que debes tener mucho cuidado a la hora de realizar la limpieza.
Los fabricantes suelen recomendar que esperar un par de horas después de apagar la plancha para asegurarte de que se ha enfriado completamente y no quedan residuos de vapor.
La limpieza es muy sencilla, lo único que debes hacer es desenroscar el tapón del depósito de la cal y poner el centro de planchado de lado sobre el fregadero hasta que se vierta todo el líquido. Después, puedes aclararlo una o dos veces más hasta que el agua salga completamente transparente y así asegurarte de que se ha limpiado completamente.
Los centros de planchado que tienen un sistema anti cal de varilla son mucho más fáciles de limpiar. En este caso el centro te avisará cuándo sea necesaria la limpieza (normalmente con un pitido o una señal luminosa) y deberás pulsar el botón que lleve incorporado para realizar la limpieza.
Una vez se haya realizado el proceso, lo único que tienes que hacer es sacar la varilla dónde se recolecta la cal y tirarla a la basura. Este procedimiento es mucho más rápido y sencillo, aunque de momento sólo lo llevan incorporado los centros de planchado de gama alta.
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